Como
lo ocurrido a una joven de diecinueve (19) años de edad, estudiante de
arquitectura en la Pontificia Universidad Javeriana, el pasado diecisiete (17)
de septiembre del año dos mil nueve (2009), en su propio apartamento ubicado en
el barrio Quinta Paredes en el occidente de la ciudad de Bogotá.
Ana
María Chávez Niño, al permitir el ingreso a su vida de dos hombres totalmente
desconocidos, abriéndole las puertas a su perfil de Facebook, por el medio que
adquirieron la confianza de la joven, tomando como ventaja un gusto que tenían
en común por la música. Hasta que llegaron a que la talentosa cantante con
nombre artístico “Ana Cha”, les abriera también las puertas a su apartamento.
Este
día la joven recibió a los dos hombres en su apartamento ignorando las
intenciones que ellos tenían al ir a visitar a su amiga de Facebook, fue
entonces cuando a aquella joven le quitaron la vida asfixiándola en el piso de
su apartamento, al parecer por haber despertado minutos después de recibir un
golpe en su cabeza por no querer ingerir una cerveza que le habían ofrecido,
tal vez con algún tipo de sustancia que la privara durante el tiempo necesario
para estos hombres poder robar los objetos que finalmente se llevaron.
Los
hombres estaban enterados de cada actividad que realizaba Ana María, por sus
publicaciones en Facebook, pero olvido informar de las cámaras de seguridad que
vigilaban el edificio donde se encontraba su apartamento, lo que hizo que los
hombres no tuvieran precaución de éstas, y el hermano mayor de la joven lograra
mediante aquellos videos, en tan solo cinco (5) días, con la ayuda de las
amigas de su hermana fallecida, encontrar a los asesinos.
Gracias
a los videos del edificio donde quedaron registrados completamente los dos
hombres, y que Ana María les permitió la entrada, su hermano Juan Camilo empezó
a buscarlos entre los contactos de Facebook de Ana, porque si ella los conocía,
sin duda harían parte de sus amigos en Facebook. Y así como fue fácil para
ellos robar y asesinar una inocente joven, empezando por ubicarla en Facebook,
también fue sencillo para el hermano de la joven, encontrar a los asesinos,
aunque uno de ellos no tuviera su verdadero nombre en su perfil, fue el más
fácil de seguir, gracias a su adicción por Facebook donde todo lo publicaba,
mostrando cada vez más obvio el robo hecho a Ana María.[1]
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